Antes de pasar a comentar o reflexionar sobre este texto de Hannes Meyer, creo necesario hacer una pequeña introducción aclaratoria sobre el personaje y el contexto social en el que se movía, para poder entender mejor su actitud y el sentido de sus palabras.
Hannes Meyer (1889-1954), era en el momento de escribir este manifiesto, director y profesor de proyectos de la Bauhaus. En la escuela intentó oponer al formalismo geométrico dominante en los estudios, una mayor tendencia hacía la racionalidad y la técnica industrial de la construcción.
Hannes Meyer (1889-1954), era en el momento de escribir este manifiesto, director y profesor de proyectos de la Bauhaus. En la escuela intentó oponer al formalismo geométrico dominante en los estudios, una mayor tendencia hacía la racionalidad y la técnica industrial de la construcción.
Esta tendencia hacia nuevos métodos de proyectación se veía apoyada por ciencias auxiliares como la sociología, la psicología o la economía. Sin embargo la racionalidad y la técnica no eran fines en sí mismo para la arquitectura. Tras la fe ciega, casi ingenua, hacia la “cientificidad” del proceso proyectual patente en este texto, hay un propósito más elevado:
Es decir, se pretende despojar a la arquitectura de todo simulacro de simbolización, haciendo que los edificios no traten de representar valores sino que se muestren por lo que son, en un intento de conducir la arquitectura hacia un terreno netamente objetivo (“Sachlich”).*
Tenemos también que anotar una precisión terminológica:
Meyer no usa el término arquitectura. Lo ha sustituido por construcción
(construir), tratando así, de eliminar toda connotación artística a algo que
para él es “sólo organización social,
técnica, económica y psicológica.”
...
Todas las cosas del mundo son el producto FUNCIÓN x ECONOMÍA, por lo tanto ninguna de estas cosas son una
obra de arte: las artes son composiciones, no están sujetas a una finalidad
particular.
TODA LA VIDA ES FUNCIÓN Y, POR LO TANTO, NO ES ARTÍSTICA.
¿Cómo se proyecta una
ciudad? ¿Cómo se hacen los planos de un edificio?
¿COMPOSICIÓN ó FUNCIÓN?
¿ARTE ó VIDA?
“CONSTRUIR ES UN PROCESO BIOLÓGICO. CONSTRUIR NO ES UN
PROCESO ARTÍSTICO”
La nueva vivienda, no
es sólo una máquina para habitar, es un aparato biológico que satisface las
necesidades del cuerpo y de la mente. Para la nueva construcción, los tiempos
modernos ponen a nuestra disposición nuevos materiales de construcción:
hormigón armado, resinas sintéticas,…
… NOSOTROS ORGANIZAMOS ESTOS MATERIALES de construcción en
una unidad constructiva según principios ECONÓMICOS,
de modo que cada FORMA, la ESTRUCTURA,
el COLOR de los materiales y la TEXTURA de las superficies NAZCAN AUTOMATICAMENTE
Y SEAN DETERMINADAS POR LA VIDA.
El ambiente ACOGEDOR
y PRESTIGIO, NO son el leitmotiv de la casa:
CORAZÓN HUMANO = AMBIENTE ACOGEDOR,
PSICILÓGICO
ACTITUD DEL DUEÑO= PRESTIGIO,
RECONOCIMIENTO
Estas frases con las que comienza el manifiesto de Meyer son toda una definición de arquitectura, que podemos considerar radicalmente opuestas a la que hoy constituye la ideología dominante (tanto en el mundo profesional como en el de las escuelas). No hay en ellas ni rastro de los valores que hoy prevalecen (el retorno nostálgico al pasado, el dictado de lo subjetivo, el gusto por lo ecléctico, la superficialidad y la pérdida de responsabilidad).
Es más, su argumento parece fundarse justamente en el rechazo de estos valores recobrando así, de un modo inusitado, su capacidad revulsiva. El programa de los arquitectos de la Nueva Objetividad se inscribe en ese marco de referencia, tratando de racionalizar sus elementos constitutivos por medio de argumentos estrictamente técnicos y de desarrollar hasta sus últimas consecuencias los principios básicos de una construcción industrializada.
Pero creo, que a estos valores
técnicos y a la eficacia económica, le son necesarios también los atributos de
belleza, para que todas estas piezas logren integrarse en una obra totalizadora
que es, a mi entender la Arquitectura.
LA ARQUITECTURA COMO
“CONTINUACIÓN DE LA TRADICIÓN CONSTRUCTIVA” SIGNIFICA DEJARSE ARRASTRAR POR LA
HISTORIA DE LA CONSTRUCCIÓN.
Pensar en la construcción en términos FUNCIONALES Y BIOLÓGICOS, nos lleva a
la CONSTRUCCIÓN PURA:
este tipo de forma constructiva es la
expresión de una tendencia INTERNACIONAL del
pensamiento arquitectónico. ES LA
CARACTERÍSTICA DEL NUEVO MUNDO DE LAS FORMAS.
NECESIDADES = PROGRAMA
vida sexual, costumbres en el dormir,
higiene personal, cocina, calefacción,
asoleo, sevicios,
… estos son los únicos factores que hay que
tener presentes en la construcción de una vivienda.
La construcción se
presenta desde el diseño; las consideraciones sobre materiales, fachadas,
plantas, etc., son tomadas en cuenta en todo momento, los cálculos sobre
estructura y asolamiento tienen una base estrictamente lógica y concreta aún en
su etapa de planificación.
“…calculemos la intensidad de la luz diurna sobre
el lugar de trabajo en el interior de una habitación y confrontemos la
productividad térmica de las paredes exteriores con el porcentaje de humedad
exterior.”
La casa es una UNIDAD PREFABRICADA (PRODUCTO INDUSTRIAL) = por lo tanto
obra de ESPECIALISTAS… Económistas,
higienistas, ingenieros industriales…
Todas estas
afirmaciones tan categóricas de Meyer, pueden llegar a ser un peligro mal
entendidas o aplicadas por unos técnicos desintegrados, que la mayoría de las veces sólo ven la
Arquitectura por la gatera de su especialidad. Especialistas que no entienden
la eficacia totalizadora que el Proyecto de Arquitectura representa y al que no
se puede renunciar.
El texto términa con esta afirmación:
“Construir es sólo organización: organización
social, técnica, económica, psicologia.”
Yo añadiría también (YA QUE MEYER SABE PERFECTAMENTE QUE ES ARQUITECTURA, POR MUCHO QUE SE EMPEÑE EN LLAMARLA “BAUEN”), que es el lugar de encuentro de todos los conocimientos integrados, y que el Arquitecto ha representado a lo largo de la historia de la cultura, desde los conocimientos humanísticos, que son su apoyatura de partida, hasta los conocimientos técnicos que permiten abordar coherentemente la construcción, desde las cimentaciones hasta el último detalle de su definición última, dentro de la unidad que le confiere su valor cultural, superados de visiones meramente económicas o técnicas, y cuya eficacia es la belleza y la adecuación, que se debe traducir en felicidad para quienes habitan nuestras obras.
Jordi Guerrero, arqto.
- HANNES MEYER _ “BAUEN” (Construir) Del periódico “Bauhaus” (Dessau) nº4, 1928
- MARTÍ, Carles y Xavier Montey, “La línea dura”
- P. Hereu - J. M. Montaner - J. Oliveras "TEXTOS DE ARQUITECTURA DE LA MODERNIDAD" Nerea
1 comentario:
Interesante
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